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Ene. 1830.
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REGRESO DEL CABO GLOUCESTER.

inofensivos, pero parecían desconfiar mucho de nosotros, y a la mañana siguiente, antes de la salida del sol se habían ido, excepto un hombre. Estos nativos parecían ser muy activos y subieron la montaña en la mitad del tiempo empleado por nuestra grupo . Tenían dos canoas, pero cómo habían llegado hasta este lugar por el agua nos desconcertaba, si consideramos la bahía expuesta que ellos debieron cruzar y el tiempo imperante. Tal vez habían llevado sus canoas por tierra, de una manera similar a como las piraguas chilotes, hechas de tablas cosidas.

"8.- Escuchamos la voz de los fueguinos cuando amaneció esta mañana; pero a las cuatro solo un hombre de edad quedaba, que probablemente fue dejado para vigilarnos. Comenzamos nuestro regreso, más bien rígidos debido al esfuerzo de los días anteriores, y mirando tristemente las altas y escarpadas colinas que había entre el Beagle y nosotros. La primera ascensión en el camino de regreso fue la peor de todas: cómo los hombres llevaban su carga tan bien me sorprendió, ya que yo, con una carga liviana, me alegraba de nuestros frecuentes descansos. El desayuno nos revivió y luego tomamos un camino mejor evitando las cuestas más empinadas y encontramos el camino más fácil. Mientras descansábamos nuestra comida el tiempo estaba tan claro que tomé demarcaciones al cabo Inman y a otros puntos que estaban a más de cincuenta millas de distancia. Hubo poca variedad o novedades en esta caminata a través de la isla fueguina. Encontramos el mismo tipo de paisaje y las mismas especies de plantas y arbustos que habíamos visto en todas las otras partes de la Tierra del Fuego. Ser más o menos rocosa era el único cambio. De cuadrúpedos, excepto las nutrias y los perros, no vi ninguna huella y no creo que se encuentren en ninguna parte. Un tipo grande de agachadiza común, llamado por algunos becada, y codornices de una enorme y creo, peculiar especie, fueron vistas a menudo y se les disparó. Estas últimas no tienen de ningún modo el buen sabor de la codorniz europea, y su carne es más oscura y gruesa. A las siete de la tarde estuvimos de nuevo a bordo del Beagle un poco cansados.

"Si algún futuro viajero se siente inclinado a hacer una excursión similar hacia el cabo Gloucester, mejor que no tome muy a la ligera esa tarea.

"9.- El Sr. Murray regresó, después de haber estado en el interior de muchas aberturas de las islas del este y de haber recogido