ligera brisa a nuestro favor. Viendo una canoa que venía cruzando, nos acercamos a ella, y encontramos una familia de aspecto pobre, consistente en un hombre, su esposa, y tres niños, con algunos perros pequeños, que se veían más miserables que sus dueños. Unas pocas lanzas con puntas de madera eran todos los bienes que poseían, además de las raídas pieles tiradas sobre sus hombros. El hombre me vendió un pequeño perro por un poco de tabaco, y después quiso tenerlo nuevamente, porque su esposa no aprobaría el trato. Sin embargo, me quedé con el perro, y ellos comenzaron a lanzarnos improperios en serio, la mujer en forma alternada llorando y reprimiendo, y el hombre aparentemente pidiéndole al viento y al agua que nos destruyera. Sus gestos eran muy expresivos y animados. Me sorprendió ver tanto sentimiento por un miserable medio muerto de hambre pequeño cachorro, y lo feliz que estuvieron cuando se los devolví, sin preguntar por el tabaco.
“El Morrión (p) (Reconocida previamente por el comandante Stokes – R.F.) fue sin duda un nombre excelente para el promontorio que pasamos este día. Me recordó el 'Castillo de Otranto.'
“Llegamos a un pequeño islote, en la punta oeste de bahía Carlos, y pasamos una buena noche en la cima de una roca pelada. Tan a menudo habíamos dormido en lugares húmedos, que uno seco, aunque fuere una cama de piedra, lo encontramos muy confortable. Las dos velas del bote, los remos, y los bicheros, formaron nuestra carpa.
“6. Dejamos el islote tan pronto después del amanecer y haber podido preparar el desayuno, y tomado las demarcaciones y ángulos requeridos; fuimos al caleta Spot, luego cruzamos la isla Carlos III, y a la angosta apertura entre ella y la tierra más cercana. Las memorias de Ulloa ya no pueden conservar aquí una isla, ya que es una península. Este pequeño y angosto canal, tiene una fuerte corriente que corre en en él. Se puede fondear en toda la extensión, aunque generalmente en fondo rocoso, y es navegable para naves pequeñas: su ancho medio es de un cuarto de milla, y su longitud cerca de tres millas. Para un bote que se dirige hacia el oeste a través del Estrecho, es lejos preferible al canal regular. Dos fueguinos de edad estaban viviendo aquí, un hombre y una mujer.
“Cuando estábamos en el seno Ballena, las apariencias eran tales que si no hubiese
