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Feb. 1827.
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SENO ALMIRANTAZGO.

era un banco de arena, - dado que la corriente de marea era muy leve, - y dada la información de los nativos; que evidentemente deseaban decirnos que no podríamos salir al mar, - que no consideramos que valía la pena hacer otro examen.

Había observado antes que la estrata de las rocas pizarra, en el Estrecho, se inclinaban hacia el SE, y encontré que ellas se inclinan de manera similar todo el tiempo hasta llegar al fondo de este estuario, al que nombré seno Almirantazgo.

El lado norte, como el del canal Gabriel, es escarpado, sin entradas, excepto donde hay una ruptura en los cerros, pero en la costa sur hay numerosas calas, y ensenadas, lo cual se muestra en la imaginaria sección del canal Gabriel. La misma causa opera en el contorno de la costa norte que llega al cabo Froward, hacia el oeste hasta tan lejos como el cabo Holland, donde la roca adquiere una forma aún más primitiva. Su naturaleza general, sin embargo, es pizarra micácea, con grandes venas de cuarzo; lo último es particularmente visible en puerto Gallant.

El siguiente esquema ligero, pretende representar una sección imaginaria de este tipo de apertura como el canal Gabriel, también puede servir para dar una idea general de los muchos fondeaderos fueguinos; - de los profundos pasos de agua que existen entre las casi innumerables islas de la Tierra del Fuego; - y los efectos de esas repentinas, y violentas ráfagas de viento, - tan frecuentes y peligrosas, - comúnmente llamados chubascos huracanados,*[1] o williwaws.

  1. * Ningún velamen podría resistir alguna de estas ráfagas, que llevan espuma, hojas, y suciedad delante de ellas, en un densa nube, llegando desde el agua hasta las vergas bajas del buque, o aún a las perillas de los mástiles más bajos. Felizmente su duración es tan breve, que el cable del velero, al ancla, es apenas estirado al máximo, antes que la furiosa ráfaga termine. Las personas que han estado algún tiempo en la Tierra del Fuego, pero que por fortuna no han experimentado la violencia extrema de tales ráfagas, pueden inclinarse a pensar que su fuerza es exagerada en esta descripción, pero deben considerar, que su su furia máxima sólo se siente durante los inusualmente fuertes temporales, y en situaciones particulares; de modo que un barco podría pasar a través del estrecho de Magallanes muchas veces, sin encontrar una de tales ráfagas como las que ocasionalmente han sido testimoniadas allí.- R.F.