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Que fundó el municipio de Veracruz como un acto civilizatorio.

Otra de las fantasías colonizadores. Total mente falso. Cortés era un hombre con mente criminal que había estudiado dos años leyes en la Universidad de Salamanca de la cual fue expulsado. Como salió prófugo de la ley de Cuba, necesitaba “legalmente” depender de un municipio y dejar su calidad de “prófugo”. La fundación del municipio de Veracruz, así como Las Cartas de Relación que de inmediato le envió al rey de España, fueron dos actos “legaloides” de un delincuente que pretendió “limpiar” la aventura de una empresa criminal. A pesar de que los historiadores hispanistas han tratado de justificar lo injustificable y hacer aparecer una empresa criminal como un acto humanista, justo y cristiano, y a un criminal como un héroe. La verdad es que Cortés fue actuando de mentira en mentira, de fraude en fraude, de traición en traición, de crimen en crimen, de matanza en matanza, de saqueo en saqueo.

Hacer de Cortés un héroe y un prohombre de Occidente, es parte de una larga y compleja labor de colonización mental y cultural de los ideólogos hispanistas, tanto criollos como nativos, que justifican el hecho de que un extranjero pueda llegar a matar, robar, saquear, explotar y esclavizar a un pueblo. Desde esta perspectiva histórica, resulta que Carlos Slim es la continuación de Cortés en nuestros tiempos. De manera que los “nativos”, los morenitos, los nacos, “los hijos de la conasupo y del canal de las barras y las estrellas” acepten y vean como algo “natural” la injusticia y la explotación.

Que trató con honorabilidad y respeto a sus aliados indígenas.

Como se dijo, Cortés no solo enfrentó a los propios hombres que venían en la expedición. Debemos de recordar que Cortés no tenía grandes méritos militares, ni influencias en la corte en España, ni una riqueza que lo respaldara y no tenía un carácter agradable para hacer amigos. Su autoridad venía de

la confianza” que depositó Diego Velázquez en él y, cabe

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