Si en una fiesta popular, centenario, procesión cívica ó cosa por el estilo, fueran precisas figuras alegóricas, y entre ellas hubiera necesidad de representar á la coquetería (en el sentido honesto de la palabra), indudablemente habría que suplicarle á María Tubau que se exhibiera una vez más ante los madrileños.
Entiéndase la palabra coquetería la aplico yo aquí, no como el vulgo, que suele definirla de modo desfavorable á la bella mitad del género humano.
En un Diccionario de la Lengua castellana que tengo á la vista se lee:
Coquetería. — Cierto estilo en los modales y adornos para mayor atractivo.
Así es que yo conozco á muchísimas mujeres virtuosas y bonitas que son á la vez coquetas por cumplir como deben su misión de seres agradables; que si la