Página:Mis contemporaneos.djvu/11

Esta página ha sido validada
GARCÍA GUTIÉRREZ.




Al oirnos hablar de D. Antonio á todas horas en el saloncillo del teatro de la Comedia, decía un forastero:

— ¿Por qué se ocupan ustedes tanto de Cánovas?

— No, no es Cánovas nuestro ilustre amigo, nuestro padre común, por todos los autores dramáticos venerado. Le llamamos como al jefe del Gobierno; pero sépalo usted, el hombre que ocupa todas nuestras conversaciones es D. Antonio García Gutiérrez.

Para nosotros, los que vivimos de telón adentro, este venerable anciano es, antes que el autor y el poeta, el ilustre amigo á quien salimos á recibir á la puerta del escenario, y á quien llevamos del brazo al sillón de junto á la concha, cuando puede ir á ver los ensayos de sus comedias.

— Don Antonio, ¿le parece á usted bien así? — dice la actriz.