que era donde reposaban los restos de los conventuales y de los buenos cristianos favorecedores del culto seráfico.Pasaron más de veinte añios y acaeció la muerte del mayorazgo de don Juan, el cual había imitado á su padre en la devoción. En su testamento dejaba un bonito legado á los frauciscanos, pidiéndoles ser sepultado en la misma fosa en que yacía su padre.
Abierta la sepultura de Capistrano se encontró el cadáver incorrupto, lo que nada de maravilloso ofrece. Lo que sí tiene tres pares de perendengues, en materia de milagros, y que yo creo á pie juntillas porque lo asegura el padre Torrubia, que fué la veracidad andando, es..... es que al muerto le habían crecido las barbas, y que éstas le llegaban hasta la cintura, lujo de que no disfrutó ni el mismo Jaime el Barbudo.
