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III


RESPUESTA AL SEÑOR PAZ-SOLDAN

No llega tarde quiea llega, dice el adagio, y véome forzado á recurrir á él para disculpar ante el amable señor Paz-Soldán el retardo con que contesto á su bien pensado artículo del dia 10. El señor Paz-Soldán obliga mi gratitud por los corteses términos que gasta en la polémica; pues, para defender una causa, no es necesario tratar con desdén al adversario ni rebajar su talla.

Mi ilustrado contendor y yo perseguimos la verdad histórica, y confieso que honra será para mí ser vencido por él en esta controversia. Fatalmente, sus argumentos no me convencen, traen dudas á mi espíritu, y me suministran nuevas armas para el combate.

Mi afectuoso crítico conoce á fondo los misterios de la Logia Lautarina, en Chile, así como la historia del motín que, en el ejército español, produjo la caída de Pezuela. Manifiesta ahora, si no abierta negativa, duda sobre la existencia en Lima de una asociación republicana que, con cautelosa reserva, trabajara así por la independencia del país, como contra el elemento monárquico.

Puede decirse que el padre jeronimita fué el fundador de ese club republicano, al que perteneció lo más distinguido y exaltado de la juventud de San Carlos y San Fernando. El padre Cisneros dio á conocer, entre los estudiantes, las obras de los enciclopedistas que prepararon la tremenda revolución francesa, inculcando en la juventud ideas, á la vez que poéticas, un tanto terroríficas.