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Ricardo Palma

ediciones oficiales que algunas municipalidades de la república reparten de vez en cuando, entre los niños de las escuelas.Transcribimos ahora lo pertinente del artículo del señor Pérez de Guzmán: «El Himno del Perú, que queda trascrito, pa»rece que procede de las primeras revoluciones separatistas de »América. Sin embargo, si es posterior á la batalla de Ayacu»cho, á que se alude en alguna de sus estrofas, mal puede com»paginarse su origen con las noticias históricas que ha dado sobre él, el eruditísimo don Ricardo Palma. La derrota del »virrey de Lima don José de Laserna, conde de los Andes, en Ayacucho, tuvo lugar el 9 de Diciembre de 1824. ¿Cómo pudo don »José de San Martín, jurada la Independencia en 1821, expedir »en este mismo año el certamen musical y literario, de que, en el »primero, salió triunfante el antiguo donado de los dominios »de Lima José Bernardo Alcedo, y en el segundo el obscuro poe»ta don José de La Torre Ugarte, ni cómo el himno preferido »por el tribunal de calificación pudo ser estrenado en el teatro, »la noche del 24 de Septiembre del año referido de 1821, por la »bella y simpática cantatriz á la moda Rosa Merino, para fes»tejar la capitulación de las fortalezas del Callao por el general »La Mar, si el brigadier español don Ramón Rodil, comandan»te entonces de aquéllas, cuyos prodigios de valor para soste»nerse han merecido encomios hasta de los propios perua»nos vencedores, no se verificó hasta el día 23 de Enero de 1825? Entre el acta de jura de la Independencia, que se firmó »el sábado 28 de Julio de 1821, y la batalla de Ayacucho (9 de Diciembre de 1824) mediaron cerca de dos años y medio, y »otro medio año más entre la batalla de Ayacucho y la capi»tulación de las fortalezas del Callao. De modo que la fecha atribuída al certamen provocado por San Martin para el himno nacional, y su estreno en el teatro por la cantatriz Rosa »Merino, es completamente inexacta.»—Ilasta aquí la parte en que el señor Pérez de Guzmán contradice mis afirmaciones, consignadas en uno de mis libros bajo el título de La Tradición del Himno Nacional. Continúa el escritor madrileño con apreciaciones sobre la música de Alcedo y las correcciones del profesor Rebagliati, terminando con estos conceptos: — Es in»dudable que los nuevos himnos nacionales de la América es— i