Página:Mis últimas tradiciones peruanas y Cachivachería (1906).pdf/452

Esta página no ha sido corregida
444
Ricardo Palma

prevenidos nos cogerá un terremoto; pero un bochinche... ¡cuándo! Siempre nos encuentra apercibidos.

Y basta. No diga usted que busco pan de trastrigo.

Para hacer pendant con el relato que usted reproduce del levantisco de Belmonte Bermúdez, vea lo que de otros dos levantiscos refiere un historiador: —Cuéntase del segundo virrey del Perú, don Antonio de Mendoza, marqués de Mondéjar, que »gobernó desde Septiembre de 1551 hasta Julio de 1552 en que »falleció, que habiendo un capitán acusado á dos españoles de levantiscos, por vivir entre indios, alimentándose de la caza y » elaborando pólvora, dijo el virrey: —Esos delitos merecen más bien gratificación que castigo; porque vivir dos españoles entre »indios y hacer pólvora para comer de lo que con sus arcabuces »matan, no sé qué delito sea, sino mucha virtud y ejemplo digno de imitarse. Id con Dios, y que nadie me venga otro día con semejantes chismes, que no gusto de oirlos.

Ya ve usted, mi don Julio, que si en 1605 un levantisco pagó con la pelleja el pecado de elaborar pólvora, viviendo entre indios, ese mismo pecado, medio siglo antes, había merecido loa de un virrey, y hasta absolución plenaria.

Y no va más adelante todo lo que sobre levantiscos de antaño he alcanzado á saber; que, en cuanto á los de hogafto, tela, y no escasa, tendría en que ocupar las tijeras. Pero yo, de mío soy va pacífico, tengo la pólvora mojada y no quiero camorra ni con mi vecino el campanero de San Pedro, que bastante me mortifica en ocasiones.

Perdone usted la cortedad, y créame su atento servidor que le besa la mano.