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Cachivachería

á vivir, nadie alcanzará á formular el último verso del poema.

Alpha y Omega. Sólo á EL, que escribió el primer verso, está reservado el verso final.Los versos de usted en AZAHARES son muy bonitos, muy armoniosos, muy ricos en imágenes... pero son lectura para damiselas soñadoras y nerviosas. A mí nada me dicen que no me tenga por muy sabido; son para mí cháchara celestial, música de organito callejero. ¿Que ama usted? Que sea muy en hora buena, como se lo diría á cualquier prójimo que me detuviera en plena calle para comunicarme la nueva de encontrarse chiflado por unos ojos negros, azules ó verdes, que hombre enamorado no atina á diferenciar colores. Que es usted amado? Me alegro por usted, y que sea por muchos años.

¿Que se casa y apechuga con ese gran divisor que se llama suegra? Hombre, ya eso es grave, muy grave. Sin embargo, le repetiré lo que un mi amigo, poeta de Bogotá, dijo á otro mi amigo, poeta de Buenos Aires, que le pedía órdenes para España: ¡Oh distinguido vale!

Si en España se cruza con alguna bellísima andaluza, no vaya á cometer un disparate; mas si quieren del Hado los decretos que con ella claudique, cuando lo verifique, sírvas presentarla mis respetos.

Hallará usted, mi joven amigo, mucho de prosaísmo en esta mi manera de estimar la poesía, (no diré si espiritualmente amatoria ó sensualmente erótica), sembrada de besos, como los que prodiga usted en AZAHARES. Son besos al aire, y sin consecuencias. Bese usted mucho así, mientras Dios lo mantenga en estado de crisálida ó soltería.

En síntesis. Prefiero en usted el poeta objetivo, trascendental, razonador, filosófico, que se inspira en ideales que á la humanidad toda interesan, el poeta del Sermón de la Montaña, 'por ejemplo, deslumbrador, varonil, impetuoso, al poeta de