Página:Mis últimas tradiciones peruanas y Cachivachería (1906).pdf/430

Esta página no ha sido corregida
422
Ricardo Palma

Alberto Navarro Viola.

(CARTA A SU HERMANO ENRIQUE) Su carta del 7 de Febrero ha traído á mi corazón y á mi memoria el recuerdo de un antiguo compromiso: —juzgar —á Alberto Navarro Viola como poeta, siquiera sea lacónicamente, ya que el recargo de ocupaciones no me deja tiempo para discurrir largo y menudo, como mi cariño desearía, al ocuparme del merecimiento literario de un joven á quien traté siempre con paternal cariño. Quede para otro disertar sobre el inteligente y estudioso bibliófilo que, con criterio de admirable rectitud, alcanzó, con la fundación del Anuario, á ser en su patria, el aniquilador de la conjuración del silencio, conjuración que pesaba sobre los libros de los escritores noveles.

La juventud necesita de estímulos delicados y consejos sanos, y tal fué la noble tarea que el malogrado Alberto se impusiera y de la que usted, con plausible éxito, y no menos levantado propósito, es continuador entusiasta.

Allá, por los años de 1876, llegó á mis manos un periódico bonaerense, que, en sus columnas de preferencia, traía unos versos con el título: A mi hermana, en la primera página de las ARMONIAS de Ricardo Palma.

Aunque la confesión auricular no entra en el reino de mis creencias, á riesgo de que los lectores argentinos me califiquen de inmodesto, voy á espontanearme con ellos, que de seguro han de ser para conmigo confesores de manga ancha. Y esta confianza mía en su benevolencia, nace de la fe que tengo