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Mis últimas tradiciones

campo de Pizarro, y aquel carácter tan difícil por la multiplicidad de fases que lo rodean, como la figura geométrica de una estrella, lo exhibe Palma, burlón, cruel, irónico, en diálogos cortos, llenos de gracia, siempre nuevo y siempre el mismo.

Las víctimas festejadas así en presencia del verdugo y de la cuerda, debían sentir la pérdida de la vida sin el horror á la muerte. Por lo que hace al lector, embebido en la escena, posesionado de las costumbres de aquella época y de las necesidades de aquella guerra, apenas lamenta que la obra de la civilización exija el sacrificio del hombre por el hombre, ya la emprenda la espada del guerrero, ya la proclame el labio del pastor evangélico. Al contemplar estos hechos tan repetidos en todos los períodos de la Historia, se creería que la barbarie es indestructible, y que á ella volverá la civilización recorridos todos los círculos concéntricos que trazaron sus ideales. El mundo entonces habría terminado su misión providencial, y quedaría opaco y frío como la luna. Por lo que hace á sus habitantes, para qué vive quien no ama ni piensa?

Que se nos perdone esta digresión con que pagamos á las víctimas de la barbarie su sacrificio.

15 Pero nosotros no vemos en las obras de Palma al escritor castizo, al narrador elegante, al acusioso analizador, simplemente: vemos al filósofo que juzga sereno de los hechos y las costumbres, y abarca en sus juicios á todos los pueblos.

La savia que contienen esos juicios nutre el entendimiento, eleva el espíritu, hermosea la imaginación, despierta el orgullo patrio, y, á la par que enseña, encanta.

Cuando se lee á Palma, se siente uno americano; se pasea!

uno orondo desde el Desaguadero hasta la Guayana, desde: el Istmo de Panamá hasta la Tierra del Fuego, y toma por suyos los acontecimientos que él relata.

Mas dejar en el tintero los aplausos que corresponden al filósofo, como hablista y como narrador, no sería justo ni siquiera racional. Si Palma sorprende por la propiedad de la frase y del epíteto, admira por la facilidad y la fluidez de la narración. Ni aun en el campo ingrato de los detalles halla él guijarros, y su pluma corre veloz, ya desgranando las perlas del collar, ya recogiéndolas y ensartándolas de nuevo.