Página:Mis últimas tradiciones peruanas y Cachivachería (1906).pdf/226

Esta página no ha sido corregida
218
Ricardo Palma

Yo no sé por qué (pues no he tenido un cuarto de hora ocioso para leer la vida del santo) exhiben en los altares al bienaventurado italiano con rostro y manos de negro retinto.

Sospecho que será por encomiar en él la virtud de la humildad y si no estoy en lo cierto, que no valga.

En materia de santos milagreros disputábanse la palma, en Lima y por aquellos años, san 'Antonio y san Benito. Hoy son un par de pánfilos al lado de san Expedito que ha alcanzado á destronarlos, si bien me aseguran que el actual Padre Santo se propone privar de santidad al susodicho don Expedito declarando nulos y sin valor sus milagros. Sea lo que Dios y su merced quieran, que á mí la cosa me importa un pepinillo en escabeche.

Un grupo de granujas entre los que yo militaba, solía, por la tarde, rodear á Piojo blanco en el atrio de San Francisco,. y el bendito hermano no se hacía rogar para dar suelta á la sin hueso ni pelos, relatándonos maravillas de san Benito. Ciegos á los que el santo hizo recobrar la vista, cojos á los que mandó arrojar la muleta, Magdalenas arrepentidas, pícaros que se metieron frailes, cadáveres que se echaron á caminar; en fin... ¡la mar de milagros!

Uno de mis camaradas, que era un chico con más trastienda que una botica y más resabioso que un cornúpeta de la Rinconada de Mala, interrumpió al narrador diciéndole: —En resumidas cuentas, hermano; si su san Benito es tan poderoso, bien puede competir con Dios, echarle la zancadilla y reemplazarlo.

—Me parece—contestó el lego con el aplomo de un sectario entusiasta,—y hasta creo que su merced no lo haría mal en el oficio de Dios.

—¡Cómo: ¡Qué herejía! ¿Cómo es eso?—exclamamos en coro y escandalizados los muchachos.

—No crean ustedes—prosiguió el hermano,—que en el cielo no haya, como en la tierra, descontentos y bochincheros.

Que los hay, lo sé de buena tinta; y diré á ustedes en confianza (y cuidado! con que me comprometan contándoselo al Comisario del barrio ó al Intendente de policía) que una vez