Página:Mis últimas tradiciones peruanas y Cachivachería (1906).pdf/185

Esta página no ha sido corregida
177
Mis últimas tradiciones

Y LA ULTIMA FRASE DE BOLIVAR La escena pasa en la hacienda San Pedro Alejandrino, y en una tarde de Diciembre del año 1830.

En el espacioso corredor de la casa, y sentado en un sillón de baqueta, veíase á un hombre demacrado á quien una tos cavernosa y tenaz convulsionaba de hora en hora. El médico, un sabio europeo, le propinaba una poción calmante, y dos viejos militares, que silenciosos y tristes paseaban en el salón, acudían solícitos al corredor.

Más que de un enfermo, se trataba ya de un moribundo; pero de un moribundo de inmortal renombre.

Pasado un fuerte acceso, el enfermo se sumergió en profunda meditación, y al cabo de algunos minutos dijo con voz muy débil: —¿Sabe usted, doctor, lo que me atormenta al sentirme ya próximo á la tumba?

12