Página:Mis últimas tradiciones peruanas y Cachivachería (1906).pdf/153

Esta página no ha sido corregida
145
Mis últimas tradiciones

EL GRAN PODER DE DIOS Cuando era yo muchacho oí, como frase corriente entre doncellas de malandanza, que, cuando querían deprimir el mérito ó precio de una alhaja, exclamaban haciendo un mohin nada mono: —¡Quiá! Si este anillo se parece á los del Gran poder de Dios.

Así me ocupé yo por entonces en profundizar el concepto, como me ocupo hogaño en averiguar de qué madera se fabrican las tablas de logaritmos; pero, cuando menos lo pensaba, saltó la liebre, ó lo que es lo misino, el origen de la antedicha frase. Ahí va sin más perfiles.

A principios de 1818 fondeó en el Callao, con procedencia de Cádiz, un bergantín con valioso cargamento de mercaderías peninsulares. Su capitán era don Pepe Rodríguez, gadi10