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Mis últimas tradiciones

paceño no acompañaban á la superior autoridad, y menos las de los barbudos, para con los que desplegaba su sefloría no poca aspereza de carácter. Era el marqués todo lo que se conoce por hombre de la cáscara amarga. Rectos ó torcidos, sus mandatos habían de obedecerse, sin que por Dios ni por sus santos amainara en terquedad, por mucho que se le probase que algunas de sus disposiciones redundaban en deservicio del rey ó desprestigio del gobierno, y que eran violatorias de la liberal Constitución promulgada en Cádiz por las Cortes del año 12.

Para el de Valdehoyos no había más credo político que quien manda, manda, y cartuchera al cañón—que es el credo de los déspotas, y ponía término á toda discusión diciendo muy exaltado: 139 — Yo soy aquí el rey, yo soy la Constitución, yo soy todo y... asunto concluido.

II En Julio de 1814 empezó á circular el runrún de que el brigadier Asunto concluído, apodo con que en todo el Sur del Perú era conocido don Gregorio, estaba designado por el virrey para reemplazar al brigadier Pomacahua en la presidencia de la real Audiencia del Cuzco. Llegada la noticia á la ciudad incásica, la irritación popular no tuvo límites; y el 2 de Agosto se desbordó el torrente, y estalló la gorda con la famosa rebeldía encabezada por Pomacahua. Como sabe todo el que algo ha leído sobre historia americana, en un tumbo de dado estuvo el triunfo de la buena causa y el que la Independencia del Perú hubiera sido desde entonces un hecho.

La revolución se extendió también, como aceite en pañizuelo, por el Alto Perú, poniéndose á la cabeza de la indiada el famoso cura Muñecas, quien abandonando á su suegra, mote que algunos clérigos dan al breviario, se armó de sable, canana