Es inútil contrastar el insignificante resultado de los misioneros en California después de trabajar un siglo, con la de los misioneros en las Islas Sándwich, después de solo veinticinco años. Sin embargo, no podemos dejar de notar que, mientras que en las islas hay diecisiete mil personas en la Iglesia y dieciocho mil en las escuelas, el número total indios regenerados en California no es más de dieciocho mil seiscientos ochenta y tres, y aquellos que, incluso, generalmente no pueden leer;—sin libros, Biblias o papel y totalmente incapaz de autogobierno. Los Ministros de ambos credos han sido sin duda, celosos en espíritu, pero desde luego con éxito muy desigual.
¿Podría muy razonablemente preguntarme, (después de haber examinado todos estos detalles,) de qué interés son, a usted o a nuestro país? y ¿por qué debo dirigir su atención a una parte del territorio de una potencia vecina con la que estamos en paz y es probable que siga así?
Confío sinceramente en que estas relaciones pacíficas pueden continuar durante mucho tiempo. Es el interés de ambas potencias que así sea y especialmente de México. Una ardiente amistad entre nosotros, fundada en confianza mutua e instituciones republicanas similares, no puede dejar de afectar los destinos de este continente; y confío en que no imaginará, por lo tanto, que estoy apuntando a los tesoros de las Californias con el propósito de atraer gente a la empresa de otra Texas. Pero el estado de México es extremadamente inestable. Es imposible declarar o imaginar cuál será el resultado final de las continuas revoluciones, que han roto lo vital de ese hermoso país por veinte años Ella podrá consolidar sus provincias, podrá adoptar un Gobierno Federal, o puede desmembrar su imperio, cada Estado configurando un gobierno separado e independiente; pero, en cualquier caso, es adecuado que debamos vigilarla sin mucha cautela, así como a Gran Bretaña con respecto a ella. México participa en el orgullo español del dominio territorial y la retención de su suelo; pero tiene dificultades extremas. Debe (como hemos visto), una deuda de $60,000,000 a Inglaterra; y Estados Unidos una deuda de más de $2,000,000. Sus ingresos marítimos están hipotecados para la deuda interna de $18,650,000; y, en total, debe casi ochenta y cinco millones, siendo siempre Inglaterra el mayor acreedor, en una medida, tal vez, de tres cuartas partes de la totalidad. ¿Cómo pagará a Inglaterra? Para liquidar una parte de la deuda y el interés a los Estados Unidos, (de poco más de $200,000), se vio obligada a recurrir a un préstamo forzoso de sus ciudadanos, como ha observado recientemente. ¿Supongamos que se lleva a cabo un desmembramiento, o que Inglaterra, después de acumular sus reclamos e ira, hasta pensar en la cantidad y la energía suficiente para todas las exigencias, de repente ordena su Ministro en México para exigir el pago o su pasaporte—¿Cuál debería ser el inevitable resultado? Le diré en el lenguaje de Forbes, a fin de demostrar que esto no es vana imaginación del emocionado momento en una fantasía estadounidense. El valor de California es conocido y apreciado en Inglaterra.
"California", dice nuestro autor, en la página 146, *[1] "es un país muy distinto de México, y no tiene nada en común con él, salvo que los actuales habitantes son de la misma familia; es por lo tanto a ser considerado, que cualquier causa de disputa entre los dos países, será apto para separarse del Estado primario".
Esto muestra la posibilidad de una desunión, sin ningún esfuerzo muy violento o pérdida de ambos lados; pero, en la página 152, audazmente aborda la idea de la cancelación de la deuda inglesa, por una transferencia de California a sus acreedores. "Esto", dice él, "sería una sabia medida por parte de México, si el Gobierno pudiera
- ↑ * California de Forbes. Londres, 1840. Forbes es o era hasta hace poco, el cónsul británico en uno de los puertos de la costa oeste de México.
