un examen de un documento que exhibe un gasto de $8,000,000 (en tiempos de paz con el resto del mundo) para un Departamento de Guerra, oficiales activos los cuales reciben $357,397 al año, mientras que al retirado se le paga más del doble de esa cantidad; ¡al mismo tiempo que toda la administración Civil del país cuesta solo unos cuatro millones! Esta declaración parece indicar un grado necesario de coerción y corrupción, que son mínimas promesas de crecimiento de paz, gloria y prosperidad. El débil apoyo dado a la instrucción pública por contribuciones directas del Gobierno ya las he aludido, y el lector podrá, fácilmente, ver cuánto se gasta por castigos y cuán poco para instrucción y benevolencia. El ejército está constantemente acariciando a los gobernantes del día.
Por ellos llegan al poder; ellos los sostienen o derrocan, y confiando en sus bayonetas en lugar de los corazones e intelectos de las grandes masas de sus compatriotas, están obligados a pagar tanto bien como rápido a los amos que pretenden gobernar. El costo de esta rama del servicio debió haber aumentado considerablemente en 1842 y 1843, en consecuencia del ataque meditado sobre Texas y el conflicto real con Yucatán. Lamento que no hay datos sobre estos temas; pero se puede calcular, que si los gastos fueron de $8,000,000 en 1840, en un período de tranquilidad comparativa, (con la excepción de una breve revolución en la Capital) deben haber aumentado en 1842 y el presente año, por la compra de vapores y municiones de guerra, a cerca de 10 o $12,000,000.
En cuanto a los números del Ejército, estoy igualmente sin información desde 1840; pero puedo afirmar que las fuerzas han aumentado considerablemente y en toda probabilidad equivalen a 40,000 hombres. En 1840, el ejército mexicano se componía de
|
