gua, cuando se desea, por el primitivo dispositivo de levantar una viga tras otra de una estrecha compuerta en el centro. En algunos de los campos de maíz cajas de vigía sobre postes altos, como un dispositivo contra cuervos y otros merodeadores. La superficie general en que cabalgamos era una llanura cubierta de hierba, ofreciendo una deliciosa pisada a los caballos. Era de un suave fresco, verde claro y además pintado con flores, como violetas, maravilla azul y muchas variedades de una flor amarilla parecida al diente de León, pero más bonita.
El primer cuarto que se entraba desde el corredor principal de la casa estaba dedicado al uso de un despacho, o la oficina. Aquí estaba el departamento de Don Angel, y el maestro mismo a veces ocupaba su lugar detrás de la mesa larga, cubierto de paño, con cuestiones de detalle de los negocios, para celebrar audiencia con los peones de la finca, que llegaban, con sombreros de ala ancha descubiertos humildemente, para dar a conocer diversos deseos y quejas. En las esquinas había fusiles, espadas y largo hierros de marcar, que se calientan en el mes de agosto para el ganado joven con el dispositivo de marca de su dueño.
Un peón gordo moreno entra y profiere una solicitud de que se le haga un subsidio para un bautismo en su familia.
"¿Un bautismo?" dice el maestro, animadamente.
"Bueno, ahora, ¡vamos! ¡Habla; no estés balbuceando allí! Vamos a ver cuáles son tus ideas."
El hombre sugiere, deferencialmente, para empezar con la suma de $3 para un guajolote, o pavo, como un plato fuerte (pièce de résistance) para su fiesta.
"Siempre quieren guajolote, ustedes. No necesitas nada semejante. Sin embargo, digamos $1.50 —doce reales— para el guajolote. ¿Que más?"