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talentosos, con puntajes sobre 600 puntos en la PSU, estudien Pedagogía en forma gratuita, con el compromiso que cuando egresen eduquen a nuestros niños y jóvenes en las escuelas municipales o subvencionadas.

Pero no basta solo con más recursos. Se requiere también mejor gestión. Por eso promulgamos la Ley de Calidad y Equidad de la Educación, para potenciar y flexibilizar el estatuto docente, fortalecer el liderazgo de los directores y premiar a tantos buenos profesores que se esfuerzan por educar con calidad a nuestros hijos. Hemos creado 60 liceos de excelencia, que permiten a miles de jóvenes de esfuerzo y talento, en todas las capitales regionales de Chile, y en comunas vulnerables y de clase media, como Alto Hospicio, Puente Alto, Renca, Cerro Navia, Conchalí, Quilicura, San Bernardo, Lota, Coronel, Lebu, Purén, Angol, Loncoche, Ancud y muchas más, acceder a una educación de excelencia como la que imparten el Instituto Nacional o el Liceo Carmela Carvajal en Santiago.

Este gran esfuerzo, que no es solo de este Gobierno, sino también de los que lo antecedieron, ya comienza a dar sus primeros frutos. En efecto, luego de décadas de estancamiento, las pruebas Simce de los últimos dos años muestran que, tanto la calidad como la equidad de la educación, y especialmente la de los estudiantes más vulnerables y de clase media, han comenzado, por fin, a mejorar significativamente.

Sin duda esta es una gran noticia para nuestros estudiantes, sus familias, los profesores, el Gobierno y la sociedad entera. Pero aún estamos lejos de alcanzar nuestras metas. Mientras subsista un solo niño sin educación de calidad, el es nuestro niño y su carencia es nuestra obligación. Y si jóvenes talentosos no pueden acceder a la educación superior por falta de recursos, ellos también son nuestros jóvenes y sus sueños de ser profesionales son nuestro compromiso.

La reforma debe comenzar a la más temprana edad, para corregir las desigualdades de origen, igualar oportunidades y nivelar la cancha cuando aún estamos a tiempo. Para ellos estamos incrementando en 40 mil los cupos de jardines infantiles, de la Junji e Integra, y perfeccionando el sistema de salas cuna financiado por las empresas, para evitar discriminar a las mujeres trabajadoras.

Hoy quiero ratificar ante el país nuestro compromiso de garantizar educación preescolar en kínder y prekínder, de calidad y gratuita, a todos los niños y niñas del 60 por ciento de los hogares más vulnerables y de clase media de nuestro país. Esto requiere aumentar en 20 por ciento la subvención y en 75 mil los cupos en este nivel. Yo sé que los niños no marchan ni protestan. Pero su voz se escucha siempre fuerte y clara en La Moneda.

En materia de educación escolar aumentamos en un 21 por ciento la subvención escolar preferencial y ya extendimos este beneficio a séptimo y octavo básico, de modo que hoy la reciben cerca de 900 mil alumnos de educación básica. Y crearemos una subvención especial para los estudiantes de educación media. Ambas subvenciones aumentarán su cobertura desde el 40 al 60 por ciento de los alumnos más vulnerables, lo que incluye buena parte de la clase media, lo que significa un incremento de un millón 20 mil en los niños y jóvenes beneficiados con esta subvención preferencial.

En materia de educación superior, compartimos las aspiraciones de nuestros jóvenes. En dos años hemos duplicado el presupuesto para becas y otros beneficios, pasando de 118 mil becas el 2009 a 280 mil este año. Y las seguiremos aumentando hasta 400 mil al término de nuestro Gobierno, casi cuadruplicando el número de becas y cumpliendo así con nuestro compromiso de asegurar una beca de educación superior a todos los jóvenes con mérito, pertenecientes al 60 por ciento de los hogares más vulnerables y de clase media de nuestro país.

¿Es éste un cambio significativo? Sí, sí lo es. ¿Es esto suficiente? No, no lo es. Por eso también estamos creando un nuevo sistema de créditos muy superior al que recibimos. Este sistema estará disponible para todos los jóvenes con mérito, con excepción de aquellos pertenecientes al diez por ciento de los hogares de mayores ingresos. Y para impedir que estos créditos se transformen en una pesada mochila para los jóvenes o sus familias, el nuevo sistema tendrá una tasa de interés subsidiada del dos por ciento anual, es decir, solo un tercio de la actual, lo que significa reducir prácticamente a la mitad el monto de las cuotas del actual sistema de Crédito con Aval del Estado. Adicionalmente, las cuotas no podrán exceder del diez por ciento del ingreso del joven cuando esté trabajando, y con la cuota 180, cualquiera sea el saldo de deuda, ésta se extinguirá automáticamente. Finalmente, el nuevo sistema será administrado y financiado por el Estado, remplazando así a los bancos.

Adicionalmente, el segundo semestre de este año entrará en vigencia la ley que permite a más de 110 mil deudores morosos del Fondo Solidario para la educación superior reprogramar y reducir sus deudas, salir del Dicom y tener una nueva oportunidad en el mundo laboral.

Para lograr estos objetivos, y asegurar que los estudiantes y sus familias tomen decisiones libres e informadas, hemos puesto en marcha el portal web www.mifuturo.cl que entrega información relevante sobre la excelencia de las instituciones de educación superior, el monto de sus aranceles, la duración de sus carreras, los niveles de deserción y las opciones laborales e ingresos promedio de sus egresados.

Sabemos que algunos proponen educación gratuita para todos y no solo a los más vulnerables y la clase media necesitada. Francamente, en un país con tantas carencias y desigualdades como