Página:Mensaje Presidencial del 21 de Mayo de 2000.PDF/8

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conexión de alta velocidad a Internet a miles de chilenos, infocentros que comenzaremos instalando en algunas ciudades, Iquique, Antofagasta, el gran Valparaíso, Concepción y Santiago. Ella se ampliará progresivamente a todas las regiones de Chile.

Hoy día tenemos 38 mil computadores conectados por la Red Enlaces en 5.200 escuelas, que permiten que 2 millones y medio de estudiantes tengan acceso a Internet. En este sexenio, la Red Enlaces, del Ministerio de Educación, estará en el 100 por ciento de las escuelas de Chile. Ninguna escuela existirá al final de mi período presidencial sin acceso a Internet y vamos a duplicar el número de computadores disponibles para nuestros alumnos. Y crearemos también un programa para facilitar que los profesores puedan comprar sus propios computadores personales, para estar a la cabeza de esta tecnología.

La Corfo y el Banco del Estado abrirán líneas de crédito para que 100 mil empresas emergentes puedan contar con equipos computacionales y con adiestramiento en Internet.

Próximamente enviaré a este honorable Congreso un proyecto de ley que permita la acreditación y certificación de la firma digital, y provea un marco seguro para que el comercio electrónico se expanda con agilidad.

Muy pronto, nadie demorará más de siete días para la obtención de los permisos que permitan la puesta en marcha de nuevas empresas a partir de su inserción en la red.

Haremos nuestra tarea, por ello desde aquí invito a los hombres y mujeres de empresa a imaginar nuevas actividades. No se conformen con sus empresas tal como están. Pongan audacia, innovación, experimentación. No teman al fracaso; teman mejor al estancamiento, porque el estancamiento, seguro, los va a llevar al fracaso. Incorporen a sus trabajadores, a los científicos, a nuestras universidades, a los artistas. Si no asumen los nuevos desafíos, si no invierten en creatividad y cooperación, la revolución económica nos puede pasar por encima.

Por eso me propongo explorar, y por eso lo planteé en mi reciente visita a Argentina, la necesidad de intentar una casa binacional Chile-Argentina, instalada en Silicon Valley, a donde podamos enviar a los mejores jóvenes talentos nuestros del mundo de