ventanas, escrevir cartas, tratar con las alcahuetas, jugar a los dados, relatar vidas de próximos, pleytear con los vezinos, contar nuevas, fingir mentiras, buscar regalos e inventar vicios nuevos.
¡Quédate adiós, mundo!, pues que en tu casa a ninguno veo contento; porque si es pobre, querría tener; si es rico, querría valer; si es abatido, querría subir; si es olvidado, querría medrar; si es flaco, querría poder; si es injuriado, querríase vengar; si es privado, querría permanescer; si es ambicioso, querría mandar; si es codicioso, querría se estender, y si es vicioso, querría se holgar. ¡Quédate adiós, mundo!, pues en ti no ay cosa fixa ni segura; porque a los homenajes (1) hienden los rayos, a los molinos llevan las crescientes, a los ganados daña la roña, a los árboles come el coco, a los panes tala la langoste, a las viñías taça el pulgón, a la madera desentraña la carcoma, a las colmenas hierman (2) los zánganos y aun a los hombres matan los enojos. ¡Quédate adiós, mundo!, pues no ay en tu palacio quien quiera bien a otro; porque la onça pelea con el león, el rinoceronte pelea con el cocodrilo, el águila con el avestruz, el elefante con el minotauro, ol girifalte (3) con la garça, el sacre (4) con el milano, el oso con el toro, el lobo con la yegua, el cuclillo con el picazo, el hombre con el hombre y todos juntos con la muer.
(1) Homenaje: torre maestra o castillo de retirada, según la fortificación antigua de las plazas.
(2) Hierman: despueblan, dejan deshabitadas las colmenas.
(3) Girifalle: halcón de pluma blanca.
(4) Sacre: halcón de pluma manchada.
