Página:Menosprecio de corte y alabanza de aldea (1922).pdf/165

Esta página no ha sido corregida
163
 

gritan, todos lloran, todos se quexan, todos se messan y aun todos se acaban. ¡Quédate adiós, mundo!, pues en tu casa no aprendemos sino & aborrescer hasta matar, hablar hasta mentir, amar hasta desesperar, comer hasta regoldar, bever hasta revessar, tratar hasta robar, requestar hasta engañar, porfiar hasta reñir y aun pecar hasta morir. ¡Quédate adiós, mundo!, pues andando empos de ti la infancia se nos passa en olvido, la puericia en experiencias, la juventud en vicios, la viril edad en cuydados, la senectud en quexas y aun el tiempo en vanas esperanças. ¡Quédate adiós, mundo!, pues de tu palacio sale la cabeça cargada de canas, los ojos de lagañas, las orejas de sordedad, las narizes de reuma (1), la frente de arrugas, los pies de gota, los muslos de ciática, el estómago de humores, el cuerpo de dolores y aun el coraçón de cuydados. ¡Quédate adiós, mundo!, pues en tu palacio ninguno quiere ser bueno, lo qual paresce muy claro en que cada día empozan traydores, arrastran salteadores, degüellan homicianos, queman hereges, quintan a perjuros, destierran a bulliciosos, enmordazan a blasfemos, enclavan a traviesos, ahorcan a ladrones y aun quartean (2) a falsarios. ¡Quédate adiós, mundo!, pues tus criados no tienen otro passatiempo sino ruar calles, mofar de los compañeros, requestar damas, enviar recaudos (3), engañar a muchas vírgines, ojear (1) Reuma: fluxión de nariz.

(2) Quartear: hacer cuartos o cuartas partes.

(3) Recaudos: recados.