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mandava, luego mne castigavan; si estava triste, luego me consolavan; si andava tentado, luego me remedia van, y si andava alterado, luego me assossegavan. 10 quánta más razón tengo yo de estar triste por la religión de do me sacaron que no alegre por la dignidad episcopal que me dieron!; porque en la religión parescíame estar en el puerto y en la dignidad episcopal paresco que me voy a lo hondo. He aquí, pues, en lo que he expendido mi puericia, gastado mi juventud y empleado mi senectud; y lo peor de todo es que ni he sabido a mí aprovechar, ni el tiempo emplear, ni a la fortuna conoscer, ni aun de la corte gozar, porque entonces la venimos a conoscer quando es ya tiempo de la dexar. Ya podría ser que alguno leyesse esta escritura el qual dixesse y affirmasse que todo lo que aquí está escrito ha por él mismo passado, y en tal caso le amonesto y ruego sepa mejor que yo aprovecharse del tiempo, o si no, dar con tiempo a la corte mano.