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pequé, más diré. A quien privava más que yo teníale embidia y del que estava arrinconado no tenía mancilla. A quien me caís en gracia no hallava en él qué culpar y al que me caía en desgracia aun no le podía ver. A do algo se trataba siempre me quería señalar y si alguno me contradezía tomávame a porfiar. Todo lo que yo dezía quería que fuesse evangelio y de todo quanto otros dezían estava sospechoso. En todos hallava qué reprender y contra mí persona no podía ni una palabra suffrir.

¡0 quántas vezes me acontesció descuydarme con el bocado en la boca y olvidárseme el propósito de lo en que entonces hablaval quántas vezes rezando se me olvidó el versen que iba y estando a solas yo mismo comigo (1) mismo ablava!

¡O quántas vezes me aconteśció que, saliendo de Consejo cansado o de palácio amofinado, ni quería a mís criados oyr ni a los negociantes despachar!

¡O quántas vezes me halléen la corte tan dessabrido y tan aborrido que niaba lo que queria, aunque me lo dieran, ni sala de lo que estava quexoso, aunque me lo pregmmtiffant;0 quántas vezes me tomava gana de retirarme de la porte, de apartarme ya del mundo, de azerme ermitaño o de me terme fraile cartuxo! ato no lo hazía yo de virtuoso, sino de muy desesperado, porque el rey no me dava lo que yo quería y el privado me negava la puerta. Aun a más llegavan mis trabajos, si los quiero contar todos. Siempre andava pregun"of (1) Comigo: conmigo.