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CAPITULO XVI

DE QUÁNTO MEJOR CORREGIDAS SOLÍAN ESTAR LAS CORTES Y REPÚBLICAS ANTIGUAS QUE LO ESTÁN AGORA LAS NUESTRAS.

Lamentava el rey Anquises la destrucción de la superba Troya quando fué destruída de los príncipes de Grecia, Lamentava la reina Rosana a su marido Darío quando del magno Alexandro fué vencido. Lamentava el profeta Hieremías la destrucción de su república quando fué llevada cautiva a Babilonia. Lamentava el rey David al su hermoso hijo Absalón quando le dió de lançades Joab. Lamentava la hermosa Cleopatra al su buen amigo Marco Antonio quando fué vencido del emperador Augusto. Lamentava el piadoso Marco Marcelo a la ciudad de Siracusana quando vió que toda se ardía. Lamentava Crispo Salustio la caída del pueblo romano. Lamentava la hija del gran Gethé la virginidad que no gozaba y la vida que perdía. Lamentava el patriarca Jacob a su hijo Josef por muerto ya Benjamín que estava presso en Egypto. Lamentava el gran príncipe Demetrio a su buen padre y rey, Antígono, porque a la vuelta de Maratona le halló muerto. Con estos tan ilustres varones razón sería de llorar las calamidades