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NAGASAKI
Me voy acercando al Japón, y cada vez estoy más lejos de la patria mía. Sin embargo, no siento las nostalgias de mi tierra lejana, ningún lazo me une a ella, los dos seres que yo más había querido han desaparecido: mi padre y Charito Saros. En el primero había perdido el único amigo fiel, y en Charito el único cariño. El día que supe que desespe- raban salvarla, no tuve valor para esperar su muerte, y salí de la patria, sin rumbo, sólo quería ir lejos, muy lejos, donde pudiera
olvidar mi dolor.
