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la igualdad. La organización de las razas no es ente- ramente la misma, pero su diferencia no es funda- mental; las ciencias naturales reconocen en ellas una sola especie.
De la misma manera que todas las razas poseen igual organización física, asi también están dotadas de las facultades generales del espiritu, aunque desa- rrolladas en distinto grado. Todos los hombres son séres sensibles, inteligentes y libres, capaces de cono- cer la verdad, de practicar el bien y de aspirar á él.
Bajo el punto de vista metafísico, la igualdad se funda en que todos y cada uno de los miembros de la humanidad son séres dueños de su destino; en to- dos se reconoce el Yo único é idéntico que nos pre- senta en cada hombre el tipo y el resumen de la hu- manidad. El ideal de ésta vive en cada individuo, brilla en todo lo que es grande y su huella subsiste todavia en las formas humanas desfiguradas por el error, el mal y la desgracia.
61. Si las personas son iguales como entidad mo- ral; como individuo son diferentes, porque no tienen todas las mismas capacidades, ni el mismo grado de desarrollo.
Hay, pues, primeramente, una igualdad fundamen- tal en la naturaleza, y basados en ella, todos los hom- bres pueden pretender las condiciones necesarias para el desenvolvimiento desus facultades.
