Página:Manual alfabético del Quijote.djvu/80

Esta página ha sido corregida
— 74 —

limpieza de la virtud y la belleza que encierra en sí la buena fama. Es asi mísmo la buena muger como espejo de cristal luciente y claro; pero está sugeto á empañarse y escurecerse con cualquiera aliento que le toque.


Hase de guardar y estimar la muger buena como se guarda y estima un hermoso jardín que está lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le pasee ni manosee; basta que desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragancia y hermosura.


Asi como suele decirse que parece mal el egército sin su general y el castillo sin su castellano, digo yo que parece muy peor la muger casada y moza sin su marido cuando justísimas ocasiones no lo impiden.


Estas añadiduras trae consigo la maldad de la muger mala, que pierde el crédito de su honra con el mismo á quien se entregó rogada y persuadida, y cree que con mayor facilidad se entrega á otros y dá infalible crédito á cualquiera sospecha que desto le venga.


Na hay candados, guardas ni cerraduras que mejor guarden á una doncella que las del recato propio.


Todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una muger rústica y tonta.