Don Quijote y otro individuo de la misma clase en la casa del duque, y la acrimonía con que se esplica contra el caballero andante que se empeña en probar la escelencia y verdad de todas las historias caballerescas, es la manera con que se vengó Cervantes de la mala obra que le hizo aquel eclesiástico indiscreto desconceptuándole con su protector, pues retrata su orgullo y encarnizamiento en la referida escena. No se condugeron tan mezquinamente con Cervantes el conde de Lemos y el Arzobispo Sandoval, que la posteridad mirará siempre con aprecio por haber mirado por la subsistencia del desgraciado ingenio señalándole una pension, aunque esto sucedió cuando era ya de avanzada edad y no podia eximirle de penosas privaciones. Sin embargo el noble corazón de Cervantes rebosaba de gratitud, y en diferentes pasages de sus obras no encuentra en medio de la fecundidad de su pluma, términos que le parezcan suficientes para espresarla. Cervantes que llegó á pagar el mal con el bien, elogiando á los mismos que se le declararon enemigos, ¿qué no sentiria para satisfacer á su gratitud respecto á quienes le hicieron algun bien? Dedicó pues al conde los Trabajos de Persíles, obra de la que estaba él muy contento y en la que siguió el modelo de la novela del griego Heliodoro, declarando abiertamente que aquel libro seria el mejor de los de entretenimiento, pero debió ser este un alucinamiento de autor, y la posteridad no
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