Doña Leonor de Cortinas á los rudimentos literarios, con el fin de que siguiese alguna carrera lucrativa, tal como la del foro ó la iglesia que en nuestra patria han sido, por nuestra desgracia, las únicas sendas de la fortuna; mas como la fuerza de la inclinacion natural es mas violenta en los grandes ingenios como el de nuestro autor, le fue imposible resistir á la que le llevaba á los estudios amenos, sin pararse á considerar que por lo regular suelen estar en contradiccion con los intereses y comodidades de la vida.
Pudiéranle haber desengañado los primeros ensayos que hizo en esta corte de los conocimientos en letras humanas adquiridos bajo la direccion del maestro Juan Lopez, pues el mérito de los versos compuestos á la muerte de la desgraciada Isabel de Valois, no indicaban seguramente un gran talento. El mal éxito de sus primeras producciones le movió á salir de su patria y buscar fortuna en los paises estrangeros. Colocóse de camarero del cardenal Aquaviva y sentó despues plaza en las banderas de Marco Antonio Colona, bajo cuyo mando se halló en la memorable batalla de Lepanto, en donde triunfaron las armas cristianas de los turcos, vencida la escuadra de Selin II. Cervantes se portó en la accion con todo valor, sacando estropeada para toda su vida la mano izquierda, para gloria de la diestra, como él mismo lo dice, no con jactancia, sino con noble franqueza. A esta