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XVI


ligiosas han dividido las familias entre sí; han hecho desafectos à los padres con los hijos; han roto los dulces vínculos que unen al marido con la esposa; han sembrado rencores y odios implacables entre los hermanos mas queridos, y han pretendido poner toda la naturaleza en discordia.

Ellos han adoptado el sistema de matar hombres indistintamente para disminuirnos; y à su entrada en los pueblos han arrebatado hasta à los infelices vivanderos, los han llevado en grupos à las plazas, y los han ido fusilando uno à uno. Las ciudades de Chuquisaca y Gochabamba han sido algunas veces los teatros de estos furores.

Ellos han interpolado entre sus tropas à nuestros soldados prisioneros, llevándose los oficiales aherrojados à presidios, donde es imposible conservar un año la salud; han dexado morir de hambre y de miseria à otros en las cárceles; y han obligado à muchos à trabajar en las obras públicas. Ellos han fusilado con jactancia à nuestros parlamentarios, y han cometido los últimos horrores con gefes ya rendidos, y otras personas principales sin embargo de la humanidad que nosotros usamos con los prisioneros: de lo qual son buena prueba el Diputado Matos de Potosí, el Capitán General Pumacagua, el General Angulo y su hermano, el Comandante Muñecas, y otros gefes de partidas fusilados à sangre fría, despues de muchos dias de prisioneros.

Ellos en el pueblo del Valle-grande tuvieron el placer brutal de cortar las orejas à sus naturales, y remitir un canasto lleno de estos presentes al quartel general: quemaron después la población, incendiaron mas de treinta pueblos numerosos del Perú, y se deleitaron en encerrar à