Página:Música en verso.djvu/86

Esta página ha sido validada
ERÓTICA


Las dos niveas palomas de tu seno,
Al sacrilego imperio de mi mano,
Huyeron de la jaula de tu veste
Y, de lujuria ebrias, arrullaron.

En la penumbra de tus ojos hubo
Como un arder de cirios en la noche,
y la plegada rosa de tus labios
Se abrió, como al impulso de un resorte.

Tus manos tibias y sedosas fueron
Maravillosos lirios de lujuria;
¡Oh, cuánto puede la caricia ardiente
En su elocuencia misteriosa y muda!