guntan si el doliente sanará ó no. Si dicen que curará, dejan al enfermo hasta que se restablece; si dicen que no, se llama á hombres diestros para que asfixien al enfermo y lo cuezan despues, de modo que pueda servir de alimento á la parentela, que no deja ningun resto, porque, segun dicen, si quedara algo, el alma del muerto saldría muy perjudicada: los huesos los cuelgan de las bóvedas en grandes cavernas, encerrados dentro de preciosas arquillas de madera.
Cuando cogen prisioneros á hombres de otras comarcas, si no se pueden rescatar, se los comen asados.
CAPITULO XI.
Isl á 1.000 millas de Angaman, en direccion de Poniente, y la mayor isla del mundo.
Abraza un circuito de 2.400 millas, pero en lo antiguo era mayor, porque tenía 30.600, como se ve en los antiguos mapas: el Norte sopló tan fuerte que sumergió buena parte de la isla.
El rey se llama Sendemain, y es poseedor del rubí más hermoso del mundo. Tiene de largo un palmo y de grueso como el brazo de un hombre; rojo, brillante como el fuego y sin mancha. El gran Kan quiso