preguntándole si quería que las deshiciesen y le mandasen el oro y la plata. Como el gran Kan supiese que el rey constructor las había hecho levantar para la salvacion de su alma, respondió que prohibía su demolicion; cosa que nada tiene de extraño, por que los tártaros no tocan á nada de los muertos.
Hay en esta provincia elefantes, toros salvajes, ciervos, venados, cabras de várias el ses y abundancia de otros animales.
CAPITULO XXXIX.
Provincia al Levante, con rey privativo, pero vasallo del gran Kan, á quien rinde tributo; habitantes idólatras é idioma nacio nal. El rey es tan lascivo que tiene 300 mujeres, y en cuanto sabe de una que es hermosa, luego la quiere para sí. Abunda esta provincia en oro, y se hace mucho comercio de especias, que vienen por mar, del cual no dista grande espacio. Existe mucha caza, elefantes y otros amimales. La gente vive de carne, de leche y de arroz; vino de uvas no se conoce, pero hacen uno excelen te con arroz y especias. Los hombres y las mujeres se pintan en la piel figuras de leones, dragones, pájaros y otras, y esto áun en