Página:Los pescadores de Trepang.djvu/234

Esta página no ha sido corregida
EMILIO SALGARI

operación para el día siguiente. Cernieron, con todo, por lo pronto, una pequeña cantidad de aquella harina, la amasaron con un poco de agua y la pusieron a cocer sobre brasas.

Con aquel pan y con tortuga asada cenaron muy bien aquella noche.

Acabada la cena, Van-Horn hincó en el suelo algunas estacas y formó un cobertizo de hojas que los librasen de la humedad de la noche, y lo rodeó de los trozos de tronco vacíos de sagú, que sirvieran como de empalizada que los defendiera de las flechas si llegara el caso.

Cornelio hizo el primer cuarto de guardia emboscándose en un matorral, y los demás se entregaron al sueño.

Aquellas precauciones resultaron inútiles, porque la noche pasó con tranquilidad y en silencio. Ni hombres ni fieras asomaron por aquellos sitios.

Al amanecer, todos se entregaron al trabajo para preparar la provisión de pan. Van-Horn construyó una especie de cedazo con hebras de cáscara de coco, y se puso a cerner la harina. El capitán y Hans echaban agua en el cedazo para hacer pasar la fécula, y Cornelio y el chino la amasaban en panes de a cuatro libras, que secaban después al sol. Habrían podido también reducir la harina a grano, pero hubieran necesitado un recipiente de hierro, y no lo tenían.

Para obtener el sagú granulado como el comercio lo lleva a Europa, se echa la harina en una caldera puesta

238