Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/288

Esta página no ha sido corregida
290

que se dice de Cambises haber padecido desde el vientre de su madre la grande enfermedad de gota coral, á quien llaman algunos morbo 'sagrado : qué mucho fuera, pues, que de resultas de tan grande enfermedad corporal hubie ra padecido su fantasía y trastornádose su razon?

XXXIV. Además de sus deudos, enfurecióse tambien contra los demas Persas el insano Cambises, segun harto lo manifiesta lo que, como dicen , sucedió con Prejaspes , su intimo privado, introductor de los recados , mayordomo de sala , cuyo hijo era su copero mayor , empleo de no poca estima en palacio . Hablóle , pues , Cambises en esta forma: - « Dime, Prejaspes: ¿qué concepto tienen formado de mi los Persas? ¿con qué ojos me miran ? ¿ qué dicen de mi?: --Grandes son , señor , respondió Prejaspes, los elogios que de vos hacen los Persas; solo una cosa no alaban , diciendo: que gustais algo del vino.» Apenas hubo dicho esto acerca de la opinion de los Persas, cuando fuera de sí de cólera, replicóle Cambises: – « ¿ Y eso es lo que ahora me objetan? jeso dicen de mi los Persas, que tomado del vino pierdo la razon ? Mentian, pues, en lo que antes decian .» Con estas palabras aludia Cambises a otro caso ántes acaecido: ha llándose una vez con sus ministros y consejeros, y estando tambien Creso en la asamblea de los Persas, preguntóles el rey cómo pensaban de su persona y si le miraban los vasa llos por igual a su padre Cyro. Respondiéronle sus conseje ros que hacia ventajas áun á Cyro , cuyos dominios no solo conservaba en su obediencia, sino que les habia añadido las conquistas del Egipto y de las costas del mar. Creso , pre sente á la junta y poco satisfecho de la respuesta que oia de boca de los Persas, vuelto hácia Cambises le dijo :- « Pues á míno me pareceis, hijo del gran Cyro , ni igual ni seme jante á vuestro padre , cuando todavia no nos habeis sabido dar un hijo tal y tan grande como Cyro nos lo supo dejar en vos.» Cayó en gracia á Cambises la fina lisonja de Creso , y celebróla por discreta .