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vertido: – « Oigo decir, amigo , que ese caballo de Artibio tiene la habilidad de alzarse sobre los piés y embestir al que delante tiene con las manos y con la boca. Piénsalo tú , y dime luogo á cuál de los dos quieres que apuntemos y derribemos ántes, si al caballo , ó bien á su jinete Artibio . -Pronto estoy , señor , le responde el escudero, para am bas cosas; pronto para cualquiera de las dos y para todo lo que me ordeneis. Diré sin embargo lo que me parece ha cer más al caso para vuestra reputacion . Lo más propio y decoroso es que un rey cierre contra otro rey, y un gene ral contra otro general, pues si en tal encuentro diereis en tierra con aquel jefe , hareis una régia hazaña, y aun cuando él, lo que no querrán los dioses, os echare alsuelo , elmo rir en tales manos aliviaria en la mitad el peso de la des ventura. A nosotros escuderos corresponde medirnos con otros escuderos. No os de trabajo , señor , el caballo empi. nado con aquella habilidad , que á ſe mia no vuelva jamás á empinarse.»

CXII. Dijo , y en aquel punto mismo cerraron las dos armadas por tierra y por mar. En la batalla naval vencie ron los Jonios á los Fenicios, haciendo aquel dia prodigios de valor , y los que mejor se portaron en la funcion fueron los Samios. En la tierra, despues que estu vieron ya á tiro los dos ejércitos, hé aquí lo que pasó entre los dos gene rales: Embiste Artibio montado en su marcial caballo con tra Onésilo; véle éste venir; dispara contra él, segun lo prevenido por su escudero , y acierta bien el tiro ; iba el vecino caballo á dar con las manos contra el adarga de Onésilo , cuando el escudero cario le dá listo un golpe de hoz, y se las siega entrambas. El caballo , manco ya y en cabritado, dá consigo en el suelo , y con él Artibio , el ge neral persiano.

CXIII. Encarnizadas en tanto las otras tropas, se halla ban en el calor del combate , cuando Stesenor , el tirano de Curio , entregó alevosamente a los Persas una gran di