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la region. Llegó al cabo á Bizancio , perdida mucha gente , así á manos de los Tracios, quienes al paso iban destro zándola , como al rigor del hambre y la miscria .

XC. El dia mismo en que con derrota completa de los Persas se peleó en Platea , acaeció á los mismos otro destrozo en Micale , lugar de la Jonia: porque como los Griegos , que iban en la armada naval al mando del Lacedemonio Leoliquides, estuvieran de fijo apostados en Delos, vinieron á ellos desde Samos unos embajadores enviados por los de aquella isla , pero á hurto asi de los Per sas como del señor de ella , Teomt:stor, hijo de Androda manto , á quien estos habian dado el señorío de Samos. Los enviados, que eran Lampon , hijo do Trasicles, Atena goras,de Arquestrátides, y Hegesistrato , de Aristagoras , se presentaron á la junta de los comandantes griegos, á quie nes en nombre de todos hizo llegesistrato un largo y muy limado razonamiento en esta sustancia : - Que los Jonios sólo con acercárseles alli los Griegos se sublevarian contra los Persas, sin que los bárbaros se atrevieran á hacerles frente , y tanto mejor si lo intentaban , pues con esto les pondrian por sí mismos en las manos una presa tan gran de, que no sería fácil hallar otra igual. Despues de estas razones, acudiendo a las súplicas, rogabales que por los dioses comunes quisieran los Griegos librarles de la escla vitud á ellos, tambien Griegos , lo cual les seria facilisimo de lograr, porque las naves de los bárbaros, de suyo muy pesadas, no eran capaces de sostener el combate. Con cluian , por fin , que si temian engaño o mala ſe en que rerles conducir contra el enemigo , prontos estaban alli en acompañarles como rehenes en sus naves.

XCI. Estando en el mayor calor de la súplica el enviado samio , le salió Leotiquides con una pregunta no esperada, y le interrumpió la arenga, ora ſucse para procurarse un buen agüero con la respuesta , ora porque así lo ordenase el cielo sin pretenderlo Leotiquides.- « llombre, le pregun