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bian podido sostener el impetu de la caballería , sino que aun habian logrado rechazarla de modo que la obligaron à la retirada, llenos de coraje, cobraron nuevos espíritus para la guerra . Puesto desde luego el cadáver encima de un carro , pensaron en pasearlo por delante de las filasdel ejército. La alta estatura del muerto y su gallardo talle , lleno de majestad y digno de ser visto , circunstancias que les movian á aquella demostracion , obligaban tambien á los demas Griegos á que , dejados sus respectivos puestos, concurriesen á ver á Masistio . Despues de esta bazaña, pensaron ya en bajar de sus cerros hácia Platea , lugar que así por la mayor abundancia de agua como por otras razo nes, les pareció mucho más cómodo que el territorio Eri treo para fijar allí sus reales. Resueltos, pues, á pasar hacia la fuente Gargafia ,que se halla en aquellas cercanias, y marchando con las armas en las manos por las faldas del Citeron y por delante de Hisias, se encaminaron á la co marca de Platea , donde por cuerpos iban atrincherándose cerca de la fuente mencionada y del templo del héroe An drocrates , en aquellas colinas poco elevadas y en la lla nura vecina .

XXVI. Movióse aquí entre Tegeatas y Atenienses un porfiadísimo altercado , sobre qué puesto debian ocupar en elcampo , pretendiendo cada cual de los pueblos que lo tocaba de justicia el mando de una de las dos alas del ejército , y produciendo á favor de su derecho varias prue bas en hechos antiguos y recientes . Los de Tegea habla. ban así por su parte: « En todas las expediciones , así anti guas como modernas, que de consuno han hecho los Pelo ponesios, contando ya desde el tiempo en que por muerte de Euristenes procuraban volver al Peloponeso los Herá . clidas, nos han reputado siempre nuestros aliados por acreedores a lograr el puesto que ahora pretendemos , cuya prerogativa merecimos nosotros por cierta hazafia de que vamos á dar razon cuando plantamos en el istmo