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El dia despues de despachado el nuncio , convocó a los desterrados de Alenas que traia en su comitiva, y les or denó que subiesen al alcázar, hiciesen en él sus sacrificios conformeel rito patrio y ceremonias del país , ora lo man dase asi por alguna vision qne entre sueños hubiese tenido, ó bien por escrúpulo ó remordimiento de haber quemado el templo . Los desterrados de Atenas cumplieron por su parte con las órdenes dadas.

LV. Ahora quiero yo decir lo que me ha movido á re ferir esta particularidad . Hay en la ciudadela un lcmplo de Erecteo , de cuyo héroe se dice que ſué hijo de la lierra[1], y en el templo hay un olivo y un mar ó pozo de agua ma rina , los que son monumentos de la contienda que entre si tuyieron Neptuno y Minerva sobre la tutela del país, se • gun lo cuentan los Atenicnses. Sucedió , pues, que dicho olivo quedó abrasado juntamente con losdemas del templo en el incendio de los bárbaros . ¡Cosa singular! un dia des. pues del incendio , cuando los Alenienses por órden del rey subieron al lemplo para hacer los sacrificios, vicron que del tronco. del olivo habia ya retoñado un vástago largo de un codo. Así al menos lo dijeron .

LVI. Lo mismo fué oir los Griegos que se hallaban en Salamina juntos en consejo lo que pasaba en la ciudadela de Alenas, que moverse cntre los mismos un gran albo roto y confusion , tal que algunos de los jefes principales, sin esperar que se viniese á la volacion y último acuerdo de lo que se deliberaba, saltaron de repente á sus galeras é iban desplegando las velas para partir lućgo, y los demas que se quedaron en la junta acordaron que se diese la ba talla delante del istmo. Vino en fin la noche, y disuelto el congreso , retiráronse á las naves.

LVII. Al volver entónces Temistocles à la suya, pregun tóle cierto paisano de él, llamado Mnesiſilo , qué era lo quo


  1. No era sino Egipcio emigrado en Atenas.