Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo II (1898).pdf/277

Esta página no ha sido corregida
275

bien deberemos en esto seguir un cómputo prudente . Digo, pues, que los Griegos situados en Tracia y en las is las á ella adyacentes concurrian con120naves, por donde los hombres que en ellas venian subirian á24.000. Añado que los que al ejército juntaban sus tropas por tierra eran los Tracios , los Peones, lo3Eordos , los Botieos, los colo nos oriundos de Cálcide, los Brigos, los Pierios, los Mace donios, los Perrebos, los Enienes, los Dólopes, los Magne sios, los Aqueos, y en un palabra todos los pueblos de las costas de la Tracia , de cuyas naciones pongamos que fuera de300.000el número de soldados. De suerte , que añadidas estas cifras á la suma de tropa que del Asia venía , el grueso de la gente de guerra se componia de264miriadas con el pico de1.610hombres, que hacen2.641.610.

CLXXXVI. Y siendo tan excesivo el número de esta gente de guerra , para mítengo que no seria menor, sino mayor aún, la chusma en la comitiva de criados y de ma rineros en las embarcaciones de trasporte , en especial en otras naves del convoy que al ejército seguian . Pero demos que el número de la gente del séquito fuese el mismo ni más nimenos que el de la guerra , y que compusiese aquella otras tantas miriadas como esta componia. Así, con este cómputo , la suma total que Jerges, el hijo de Darío , con dujo hasta Sepiada y Termopilas, subiria á528miriadas y 3.220hombres , que son5.283.220hombres.

CLXXXVII. Esta era, pues, la sumamayor del ejército de Jerges, que el número cabal de lasmujeres panaderas, de las concubinas y de los eunucos, no será fácil que na die lo defina , como ni lo será tampoco el que se nos diga el número de tiros en los carros , bestias de carga y el de los perros indianos que allí iban . De suerte , que nada me maravilló que el agua de algunos rios no bastase á satis facer la sed de tanta turba; pero si me admiro mucho de que hubiese víveres á mano para abastecer la necesidad de tantos millares de bocas, porque por mis cuentas hallo