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strio de S. E. Permite sin embargo que el que sea calvo, ó stenga motivo justo de señal, 6 heridas, pueda para mayor »decoro y salud llevar el pelo largo lo bastante para encu- »brir semejantes faltas y nada más; con la advertencia de »que no exceda de lo que pida la pura necesidad para no »incurrir en la pena impuesta á los demas contraventores.

»Manda igualmente á los barberos, pena de cien escudos »y tres tratos de cuerda, que se le daráo en público, y otra »pena mayor corporal al arbitrio como arriba, que no dejen »å aquelios á quienes corten cl pelo ninguna especie de di- »chos tufos, trenzas, 6 rizos, ni los pelos más largos que el Pordinario, tanto en la frente como en los lados, á excep- »cion de los calvos, y otras personas defectuosas, como »queda dicho.»

Era, pues, el tufo una especie de armadura y un distintivo de los bravos y matoneş, que por esta razon, luégo se les llamaba comunmente ciufft, tufos. Este titulo ba quedado todavía, pero en acepcion más modificada, y pocas serán las personas en el Milanesado que en su infancia no hayan oido decir, hablando de un calavera, es un tufo, es un tufillo (é un ciuffo, é un ciuffeto).

—En mi conciencia,-respondió Lorenzo,-prolesto que yo nunca he llevado tufo.

—Nada hacemos,-dijo el Abogado, meneando la cabeza con una sonrisa entre impaciente y maliciosa;-nada bacemos si no tienes confianza en mí: el que dice mentira al abogado es un necio que tendrá que decir la verdad delante del juez. Al abogado se le deben contar las cosas claras, y nosotros es á quien toca embrollarlas. Si quieres que yo te ayude, es indispensable que me digas todo desde la cruz á la fecha, y con el corazon en la mano como al confesor. Has de nombrarme la persona que te ha dado la I comision (supongo que será persona de circunstancias); en este case iré yo á bacerle una visita; no le diré, por cierto, que tú me has declarado su nombre, sino que voy á implorar su proteccion en favor de un pobre jóven calumniado, y concertaremos juntos el medio de salır con uonra.

¿Entiendes? Por otra parte, si el atentado es únicamente obra tuya, tambien habrá remedio. ¡A cuántos he sacado yo de peores atolladeros! y siempre que la persona ofendida no sea de alto carácter, la cosa se compondrá á costa de pocos cuartos. ¿Me entiendes? En este caso dcbes decirme quién es el ofendido y cómo se llama, porque segun su condicion, su estado y su rumor, veremos si conviene más tenerle á raya con protecciones, 6 amenazarle con 3