Página:Los ladrones de Londres.djvu/9

Esta página ha sido validada
— 9 —

pasando sus manos sobre su frente como para recordar una idea confusa, arrojó á su alrededor una mirada fija y estraviada, se estremeció de horror, volvió á caer sobre su lecho y murió..... Los asistentes le frotaron las manos y las sienes para procurar volverla á la vida; pero inútilmente: la sangre se habia helado para siempre!! Hablaron de esperanzas y de socorros: estas cosas le habian sido estrañas por un tiempo demasiado largo!.. ­ —Todo ha concluido madre enfermera!. —­dijo entonces el cirujano.

—Pobre jóven!. Sin embargo es la pura verdad!..—repuso la vieja recojiendo el tapon de la botella que habia caido sobre la almohada, al inclinarse para recoger el niño—Pobre juventud!. Que hacemos nosotros ahora?.

―No teneis necesidad de enviarme á buscar si el niño chilla: lo entendeis Señora enfermera? ―dijo el cirujano metiéndose sus guantes con aire petulante.― Es probable que será malo; entonces le dareis un poco de gachas.―Diciendo esto, tomó su sombrero y parándose al pié de la cama antes de dirijirse hacia la puerta añadió:—A fé mia, era una joven muy hermosa! De donde venia?..

―La llevaron aqui ayer tarde de órden del director,—dijo la vieja.―Se la ha encontrado tendida al medio de la calle. Hay motivo para creer que habia hecho un largo camino, porque sus zapatos están del todo estropeados; pero nadie sabe de donde venia y á donde iba.

El cirujano se inclinó sobre la cama y levantando la mano izquierda de la difunta: —Siempre la misma historia!..—dijo balanceando la cabeza;—á lo que veo, no tiene recomendacion. Vamos, buenas noches!..

El facultativo se fué á comer y la enfermera recurriendo de nuevo á la botella, se sento en una silla baja delante del fuego, y emprendió la tarea de vestir al niño.

Que efecto notable del poder de la vestidura ofrecia en este instante el pequeño Oliverios Twist!. Envuelto en el cobertor que