rencial de Poisson para el potencial gravitatorio Newtoniano. Estas ecuaciones diferenciales, junto con la ley fundamental del movimiento, representan las ecuaciones fundamentales de la nueva Mecánica y teoría de la Gravitación.
Puesto que la nueva teoría calcula con coordenadas curvilíneas generales x1, x2, x3, x4 y no con las coordenadas cartesianas de la Geometría euclídea, es preciso también que todas las leyes restantes de la Naturaleza obtengan una forma general que sea independiente de la elección especial de las coordenadas. El Cálculo diferencial absoluto ofrece los medios auxiliares matemáticos para esta nueva constitución de las fórmulas.
Esta teoría, edificada en las hipótesis más generales, vuelve a conducir, en primera aproximación, a las leyes del movimiento de Newton. Allí donde se manifiestan las discrepancias de la teoría antigua surge la posibilidad de la confirmación experimental de la nueva teoría. Antes de que nosotros insistamos sobre este punto, queremos volver la vista atrás para llegar con ello a ver claro qué posición nos obliga a adoptar la teoría general de la Relatividad, frente a las distintas cuestiones principales que, en el transcurso de este trabajo, han sido tocadas.
b) Mirada retrospectiva.
1. Las nociones de masa «inerte» y «pesada» no tienen ya la significación absoluta que en la Mecánica de Newton. La «inercia» de un cuerpo se origina de la