Resumiendo el resultado de los párrafos precedentes, cuyo alcance total sólo se reconoce de veras por un estudio concienzudo de los desarrollos matemáticos precisos, se puede decir lo siguiente:
Una Mecánica de los movimientos relativos de los cuerpos, que esté en consonancia con los dos postulados fundamentales de continuidad y de relatividad, sólo se puede edificar sobre una ley fundamental del movimiento que conserve su forma independientemente de la manera que se mueva el sistema de referencia. Se obtiene una ley útil de esta clase, si la ley del movimiento a lo largo de una línea geodésica, la cual en la teoría de la Relatividad especial sólo rige para el punto móvil libre de fuerzas, se eleva a ley diferencial general del movimiento en un campo gravitatorio. En esta ley general es preciso dar al elemento lineal de la trayectoria del cuerpo móvil la forma general
a la cual nosotros llegamos fundándonos en los dos postulados fundamentales del capítulo segundo. Las nuevas funciones gμν que aparecen se pueden interpretar, admitiendo la hipótesis de la equivalencia (pág. 55), como los potenciales del campo gravitatorio. Para el cálculo de las magnitudes gμν, por medio de los factores determinativos del campo gravitatorio, materia y energía, se presenta, como principio a propósito, un sistema de ecuaciones diferenciales de segundo orden, que están constituidas análogamente a la ecuación dife-