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Del cielo, quien de sus rayos
La luz logre celestial,
Ó de su alevosa sangre.

JUL.

Pues empieza á derramar,
Ya que una vez no pudiste,
De mis venas el raudal;
Yo amante, como primero,
Yo constante y firme mas
De Alejandro, de mi esposo
Llama seré perspicaz.
El que se pruebe á encender,
Y no se llegue a abrasar,
Erró el veneno, y su efeto
Fue de mi letargo eficaz
Breve effimera de un sueño,
Que apenas cumplió la edad
De un dia, y fue la primera
Desdicha de cuantas han
Introducídose á eternas
Dentro de un alma inmortal,
Que no se cuente por siglos,
Sino por horas no mas.
Vuelve pues menos piadoso
Segunda vez á empuñar
Tu cuchillo.

ANT.

Tu cuchillo. Bien me dices.

JUL.

Ó pues mi pecho es iman
De mis perros, y es tu acero
Bruto y grosero metal,
Yo le atraeré por efeto,
Para que los dos creais
Que es accidental mi muerte,
Siendo muerte natural.
Y agora . . . . . .

ANT.

Y agora . . . . . . Cierra los labios,
Hija ingrata, porque ya

Hace que la quiere dar.

Mi castigo á tu gran culpa
Mas plazos no quiere dar,
Y ansi . . . . . .