Como os lo he dicho, es un animal muy astuto, y nada le inspira respeto. « Ahí tenéis al sereno, me dijo, se cree que es un personaje porque pregona la hora, y cuando hay un incendio despierta á los vecinos con los ayes de su bocina; no sabe hacer mas que eso, tocar la bocina, y es como los asadores en sopa. »
Aquí le interrumpí para que me diese la receta de este plato. « ¡Cómo! exclamó, ¿ignoráis que es un modo de decir inventado por los hombres? Cada cual lo toma más ó ménos en su sentido; pero, en el fondo, equivale á la palabra nada.
— ¡Muy bien! dije yo sorprendida por es la explicacion. Lo que me decís disipa todas mis ilusiones sobre esa famosa sopa; pero, bien mirado, es la verdad, y la verdad es lo más precioso que hay en el mundo. »
Y abandoné la torre y me apresuré á volver entre vosotros, trayendo, no la sopa, sino algo más estimable: la verdad. Las ratas y ratones pasan por un pueblo sensato, me dije, y nuestro, rey, afamado por su ingenio, quedará encantado de poseer la verdad y me hará reina.
« Tu verdad es una mentira, exclamó la tercera rata que aun no habia hablado. Yo sé preparar la sopa y vais á verlo con vuestros propios ojos. »