LOS LUSIADAS.
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Cantaré también
que dilatando
memoria
la
dominios de
los
gloriosa de los príncipes
Fé á
la
propios, sometieron á sus leyes á los
África
y
del Asia, así
como
la
(1),
vez qne los suyos
impuros pueblos del
de aquellos que con sus por-
la
tentosos hechos de armas supieron alcanzar la inmortalidad.
Quédense á un lado das por
el sabio
Griego
las
grandes navegaciones emprendi-
y por elTroyano
(2)
(3):
enmudezca
fama que Alejandro y Trajano consiguieron con sus victorias (4); pues yo canto el corazón ilustre lusitano, á quien la
obedecieron Neptuno
todo cuanto
ensalza la poesía
las heroicas
y Marte: cese, en fin, antigua, y ceda el puesto á
hazañas que voy á celebrar.
Y
vosotras, Tájides mías
(5),
que habéis creado en mí un
nuevo y ardiente ingenio: ya que siempre celebré vuestro rio en humildes al par que alegres versos, prestadme ahora
un
lenguaje claro
para que Febo
(6)
elocuente,
y
ordene que
un
las
estilo
noble
y
elevado,
aguas de Hipocrene
(7)
no sean envidiadas por las vuestras. Dadme una grande y sonora entonación, no de campestre caramillo ó de ruda zampona, sino de canora y belicosa trompa, que inflame
(1)
Estos fueron D. Juan
el
1,
pecho y demude
Vy
D. Alfonso
D.
Manuel
el
el rosíro:
conce-
Afortunado^ reyes de Por-
tugal. (2)
mises.
(3)
Eneas.
(4)
Alejandro conquistó
que estaban
el
Asia y llegó hasta la India: Trajano sojuzgó los pueblos
á las dos orillas del Tigris
y
del Eufrates; pero
ros consiguió llevar sus conquistas tan adelanto (5)
Da
(6)
Uno de
(7)
Fuente de Beocia consagrada á
este
nombre los
ninguno de ambos guerre-
los portugueses.
á las ninfas del Tajo.
nombres de Apolo, dios de
inspiración poética.
como
las
la poesía.
Musas. Sus aguas tenían
la virtud
de dar
la